Las más recientes cifras de movilidad humana en Colombia muestran que al menos 13,1 millones de personas experimentan actualmente procesos migratorios en el país. Este número es un aproximado de la sumatoria de las cifras de desplazamiento interno, de la salida de colombianos hacia el exterior y de la llegada de migración internacional, especialmente procedente de Venezuela, a territorio colombiano.
Las más recientes cifras de movilidad humana en Colombia muestran que al menos 13,1 millones de personas experimentan actualmente procesos migratorios en el país. Este número es un aproximado de la sumatoria de las cifras de desplazamiento interno, de la salida de colombianos hacia el exterior y de la llegada de migración internacional, especialmente procedente de Venezuela, a territorio colombiano.
En este caleidoscópico panorama de movilidad humana, se destaca el desplazamiento voluntario o forzado dentro del territorio nacional que día a día reconfigura a las ciudades como grandes receptoras y pone de manifiesto la tragedia humana de nuestro conflicto. Entre 1985 y 2020, el Registro Único de Víctimas (RUV), alcanzó un acumulado histórico de 8,1 millones de desplazados internos inscritos, de los cuales para 2021, según el Observatorio Global de Desplazamiento Interno 5,2 millones de personas continúan en dicha situación.
El desplazamiento forzado producto del conflicto interno es un flagelo de larga tradición en Colombia que sigue teniendo una gran vigencia y afectando a un gran número de comunidades. Así lo ha señalado la Defensoría del Pueblo con el desplazamiento de 20.316 familias que fueron víctimas de 140 desplazamientos forzados masivos durante 2022.
Asimismo, durante más de siete décadas Colombia ha sido reconocida por ser uno de los principales expulsores de migración de la región. A pesar de que hoy en día se sigue desconociendo la cifra de connacionales que residen fuera del país (número que oscila entre 5 a 8 millones de personas), tradicionalmente la tasa de emigración se ha caracterizado por ser superior a la tasa de inmigración, al menos así lo fue hasta 2017, cuando la migración proveniente de Venezuela empezó a llegar de manera masiva al país.
Luego de más de siete décadas los colombianos siguen emigrando a destinos internacionales de manera continua y creciente. Así lo señala el reporte del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, CERAC, que a partir de las cifras de 2022 de Migración Colombia, advierte que durante el año pasado más de 547.000 colombianos salieron del país, aproximadamente el doble de quienes lo hicieron en 2021. Se trata de una migración joven que principalmente se ubica entre los 18 y 39 años, lo que le representa a la nación una importante pérdida de capital humano.
Inversamente y desde la perspectiva de la inmigración, el más reciente reporte entregado por Migración Colombia muestra que para octubre de 2022, los venezolanos con vocación de permanencia en Colombia alcanzaron la cifra de 2.894.593 personas, un 64 % más de lo que ya representaban en agosto de 2021, este es un incremento superior al que se dio entre 2018 y 2019, los años más agudos de la crisis humanitaria en Venezuela.
De estos 2.894.593 migrantes, el informe indica que el 66 % se encuentra en condición regular, el 23 % en proceso de regularización a través del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos, y 11 % se encuentran en situación irregular en Colombia. Asimismo, las principales ciudades receptoras son Bogotá (21,2 %), Medellín (8,2 %), Cúcuta (7,5 %), Barranquilla (5,1 %) y Cali (4,1 %).
Al ponderar los datos del informe de Migración Colombia con la proyección del DANE sobre la población total a 2022, encontramos que los migrantes venezolanos con vocación de permanencia representan a nivel nacional al menos el 6 % del total de la población colombiana, y a nivel municipal el 7,8 % de la población en Bogotá, el 9,1 % de Medellín, el 27,5 % de Cúcuta, el 11,4 % de Barranquilla y el 5,2 % de Cali.
Fuente: El Espectador